NEUQUÉN (ED). — El debate por la presencialidad escolar se instaló a lo largo y ancho del país, a los pocos meses de la irrupción de la pandemia. Y continúa en tierras neuquinas, no exento de antagonismos y posicionamientos políticos. En la semana que comienza Neuquén regresará a la presencialidad. Lo hará en forma parcial y no en todas las localidades; de hecho quedaron excluidas la capital y ciudades vecinas.
La medida generó el rechazo casi automático del gremio docente (ATEN), que llamó a sus afiliados a permanecer en la virtualidad, pese al avance de la vacunación entre los trabajadores del sector. Un gremio de clara conducción peronista, que suele sintonizar con las decisiones bonaerenses, las bajadas directas de Nación, y que se presumía con mayor flexibilidad, tras el golpe de timón que dio Axel Kicillof en Buenos Aires.
En el otro lado de la vereda, Padres Organizados Neuquén continúa exigiendo por la presencialidad de todos los niños y adolescentes de la provincia. Argumentan que con protocolos, los establecimientos son seguros. La falta de interacción y el encuentro con sus pares en el aula, sobretodo en los mas pequeños generan numerosos inconvenientes que no necesitan demasiada explicación.
Desde el grupo, que tomó la voz local, lo recordaron con varias puestas en escena que incluyeron bocinazos, cartas de los niños y hasta una velada de reclamo. Todas acciones que buscan acelerar el esperado regreso a las aulas.
¿En qué se basó la provincia para habilitar parcialmente la mentada presencialidad? Así lo explicó la ministra de Educación, Cristina Storioni: “En primer lugar, la información provista por el ministerio de Salud y los Comité locales, acerca de los lugares donde no podríamos empezar las clases” en las aulas.
En segundo lugar, los argumentos de la Sociedad Argentina de Pediatría y UNICEF, “con quienes hemos mantenido entrevistas y nos han acercado informes muy detallados sobre la necesidad de que las y los estudiantes comiencen a revincularse con las escuelas”.
Tercero, en “el avance del plan de vacunación provincial contra el Covid, que incluye a un 85% de docentes y no docentes -de toda la provincia- que se registraron para ser vacunados y ya han recibido la primera dosis o inclusive, las dos dosis”.
La ministra expuso sus argumentos, pero no conformaron a todos y el debate público, eterno y reiterativo, se extiende una vez más.
