BUENOS AIRES (NA) — Los niveles altos de inflación en la Argentina son consecuencia de la “precariedad macroeconómica”, por lo que en el mediano plazo puede producirse un “sacudón cambiario y de precios”, advirtió el director de la la consultora Invenomica, Pablo Besmedrisnik, mientras analistas estiman un piso del 48% para este año.
Las proyecciones privadas de inflación anual promedian el 48,4%, y el 40% para el 2022.
El banco UBS estima que la inflación cerrará el 2021 en un 54,9% en la Argentina, mientras Credit Suisse la ubica en el 54,1%.
La consultora OJF, de Orlando Ferreres, la proyecta al 51,8%, Moody´s al 51,7%, Econométrica 51,6% y el Banco BBVA en un 50%.
Todas las proyecciones privadas superan por lejos a la oficial, que en el Presupuesto figura como 29% anual, aunque el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dijo en su exposición ante el Congreso que podría estirarse al 33%.
Besmedrisnik sostuvo que la inflación del 25,3% en el primer semestre está “en los términos esperados” y explicó que el gobierno está haciendo un “esfuerzo muy grande para que no se escape por encima del 3,5%”.
“Lo que está haciendo el gobierno es utilizar anclas como las cambiarias, el congelamiento de tarifas y algunos precios asociados a los controles, pero esto tiene límites”, explicó Besmedrisnik en diálogo con la agencia NA.
Sostuvo que “lo más probable es que persista en ese esfuerzo hasta las elecciones y logre un poco menos de inflación, pero sostenerla con anclas forzadas son herramientas de corto plazo, y no creo que pueda hacerlo por muchos meses”.
Opinó que las medidas de corto plazo “exponen al país a un sacudón cambiario o de precios en el mediano plazo”.
Agregó que la política antiinflacionaria “está lejos de ser un éxito y de una desaceleración como dice el Ministerio de Economía, porque estamos hablando de una inflación del 3% mensual que, anualizada, llega al 46%, cifras que a todas luces son anormales”.
Besmedrisnik dijo que la Argentina está “lejos de los procesos inflacionarios en el mundo, del 10% promedio anual, por lo que el alza de precio no tiene que ver con los precios internacionales, sino con problemas endógenos que no están solucionados”.
“El nivel en que está la inflación, pone en la superficie con total claridad que es consecuencia de la precariedad macroeconómica”, señaló.
Consideró que un éxito de la política macroeconómica “sería sostener el nivel de actividad y bajar la inflación al 30% anual, en el corto plazo”.
“En la Argentina, se necesita necesariamente estar pensando más allá de las elecciones y en un plan de normalización de la economía, porque este es un punto central para poder acercarse al mundo, del que estamos alejados por escándalo”, señaló.