BUENOS AIRES (NA) — El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, cuestionó el intento del Frente de Todos de avanzar en la discusión de una ley para reducir la jornada laboral sin afectar los salarios de los trabajadores y subrayó que el tema “es prioritariamente materia de los convenios colectivos”.
En 2020, la diputada nacional y referente de La Bancaria, Claudia Ormachea, presentó un proyecto de ley para establecer que las jornadas laborales no podrían superar las 6 horas diarias o 36 semanales, pero que ese recorte en el horario de trabajo no implicaba una disminución en los ingresos de los empleados.
Días atrás, el precandidato a integrar la Cámara baja y secretario general del sindicato de bancarios, Sergio Palazzo, anticipó que dará un fuerte impulso a la iniciativa desde su banca, ya que consideró que “la disminución de la carga horaria garantiza trabajo para la mayor cantidad de argentinos posible”.
“Hacemos una medición de productividad por trabajador con los equipos económicas de La Bancaria. Un trabajador bancario administraba en el 2000 un promedio de 300 cuentas deposito: hoy administra un 300 por ciento más: El nivel de productividad creció; sin embargo, nuestros salarios y la cantidad de trabajadores se mantienen en un nivel constante. Esto quiere decir que el excedente de producción se volcó hacia un solo sector, el sector del capital. Está bien que ganen plata, pero eso tiene que tener un correlato con mejorar la calidad de vida de los trabajadores”, remarcó el referente de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT).
“El tema de la reducción de la jornada de trabajo viene hace tiempo siendo discutido como fórmula más `para repartir trabajo ´ que porque se piense que puede haber resultados positivos en términos de productividad”, se quejó Funes de Rioja.
En diálogo con NA, el referente industrial subrayó que “en todo caso el tema del tiempo de trabajo y su distribución en el sector privado es prioritariamente materia de los convenios colectivos, dentro de los limites en la Argentina de la legislación ya vigente”.
“La cuestión de tres turnos de 8 horas en trabajo continuo o 4 turnos de 6 horas tiene que ver con la organización de la producción y del trabajo y ésta es una facultad empresarial según la propia Ley de Contrato de Trabajo que se ajusta o adecua – en todo caso – en los contratos individuales o colectivos”, agregó.
El titular de la UIA afirmó que “además de no haber evidencia empírica general sobre la materia, es la casuística la que permitiría dar contestaciones particulares y no afirmaciones apriorísticas o generalizaciones”. Y aclaró: “En todo caso, reducir la jornada implicaría también proporcionalizar el salario, con su pertinente reducción”.
Pese a la prueba piloto que se llevó a cabo en Islandia con “éxito”, según los investigadores que realizaron el experimento, Funes de Rioja remarcó que “no hay experiencia internacional que permita afirmar su conveniencia u oportunidad”.
“Por el contrario, lo que Argentina necesita es más empleo, más producción, más productividad y empleabilidad. Esto no se resuelve repartiendo el trabajo formal que hoy existe, sino generando más y mejor trabajo, utilizando las nuevas tecnologías y la digitalización de la economía como vías para un desarrollo sustentable e inclusivo con trabajo registrado y socialmente protegido”, concluyó.