BUENOS AIRES (NA) Boca, en medio del incendio por el futuro del delantero colombiano Sebastián Villa y tras la eliminación de la Copa Libertadores, y River, que aspira a torcer la racha reciente en el Superclásico, se enfrentarán este miércoles por los octavos de final de la Copa Argentina.
El duelo se jugará en el estadio “Ciudad de La Plata” a partir de las 19:00, con arbitraje de Patricio Loustau (Ezequiel Brailovsky y Facundo Rodríguez serán asistentes) y televisación de TyC Sports.
Boca y River se medirán en un nuevo mano a mano eliminatorio, aunque será la primera vez que se vean las caras en la Copa Argentina: son los dos más ganadores de esta competencia, con tres títulos cada uno.
Para alcanzar esta instancia, el “Xeneize” dejó en el camino a Claypole (2-1 en 32avos) y Defensores de Belgrano (3-0 en los 16avos), mientras que el “Millonario” eliminó a Defensores de Pronunciamiento de Entre Ríos (4-0 en 32avos) y a Atlético Tucumán (2-1 en 16avos).
No fue la mejor semana para Boca, porque a la reciente eliminación de la Copa Libertadores con escándalo incluido ante Atlético Mineiro en Brasil, le agregó tener que jugar con juveniles en dos fechas de la Liga Profesional y la novela de Sebastián Villa.
El delantero colombiano se plantó ante el Consejo de Fútbol encabezado por Juan Román Riquelme para que lo vendan al fútbol europeo (Brujas de Bélgica sería su destino), pero en Boca quieren recibir la cláusula de rescisión de 40 millones de dólares.
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En ese sentido, Villa no se presentó a entrenar durante los últimos días y a última hora del lunes se reunió con Riquelme, quien le pidió que revea su decisión de no concurrir a los entrenamientos.
Para colmo, lo deportivo tampoco ayuda: un triunfo de los últimos 13 partidos oficiales para el “Xeneize”, con apenas cinco goles a favor (tres de los cuales fueron en el mismo partido ante The Strongest de Bolivia como local).
De su lado, River buscará torcer los últimos Superclásicos en los que no pudo ganar, luego de haber tenido en el ciclo de Marcelo Gallardo varias alegrías en los cruce mano a mano con el rival de toda la vida.
El entrenador decidió concentrar al defensor chileno Paulo Díaz, que debió abandonar el campo de juego durante el encuentro ante Huracán por un golpe, aunque no hizo lo mismo con el delantero Matías Suárez, una sensible baja para el “Millonario”.
El atacante cordobés se está recuperando de una distensión en el aductor de la pierna izquierda y, si bien desde el cuerpo médico siguen de cerca su evolución, Gallardo decidió no arriesgarlo para que arribe al cien por cien al partido frente al Atlético Mineiro por los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Suárez es uno de los jugadores claves en el esquema del entrenador de River ya que, tras el receso, aportó tres goles y cinco asistencias en sus primeros cinco partidos, y ante su ausencia, el que se perfila para jugar es Julián Álvarez, quien lo reemplazó frente a Lanús y fue titular en la igualdad ante Huracán.
Por su parte, Paulo Díaz sufrió un “traumatismo en muslo de la pierna derecha”, según informó el parte médico difundido por el club de Núñez tras haber sufrido una paralítica en esa zona que lo obligó a dejar el campo de juego en el primer tiempo del partido ante Huracán.