BuENOS AIRES (NA) — El Frente de Todos y Juntos por el Cambio empezaron a dar señales en el Congreso sobre los acuerdos que se necesitarán para legislar si los resultados de las PASO se repiten en los comicios del 14 de noviembre y el oficialismo pierde la mayoría.
La composición del Senado y de la Cámara de Diputados cambiará el 10 de diciembre y se perfila un mayor equilibrio entre las dos bancadas más grandes, lo que podría derivar en una necesidad mayor de diálogo para avanzar con proyectos de ley o, en su defecto, en una suerte de parálisis.
Si bien aclaran que “todavía no se ganó nada” y que hay que esperar a los comicios del 14 de noviembre, en la oposición ya manejan esas dos hipótesis como los escenarios más probables y no hay una visión uniforme sobre el futuro Congreso.
Fuentes del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio consultadas por NA consideraron que si se repiten los resultados de las primarias de septiembre “el oficialismo se verá obligado a dialogar y a incorporar la agenda de Juntos por el Cambio en los temarios de cada sesión”.
En este sentido, la principal bancada opositora ya ofreció un adelanto al negarle el quórum al Frente de Todos para tratar la Ley de Etiquetado Frontal de alimentos, con el argumento de que el temario no había sido acordado y que el oficialismo se negó a incorporar temas como la ley ovina.
Después de esa primera demostración de fuerza, las autoridades del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio reabrieron el diálogo y quedaron cerca de un acuerdo para sesionar la semana próxima con un temario consensuado que incluiría ambos proyectos, según indicaron a Noticias Argentinas.
Esa situación es la que los más optimistas de Juntos por el Cambio consideran que se verá seguido luego de la renovación de la Cámara baja, mientras que los más pesimistas estiman que si se repite la derrota del oficialismo podría generarse una crisis en el seno del Congreso.
Por otra parte, en la bancada de senadores de Juntos por el Cambio mantienen la cautela y señalan que “es una incógnita” para ellos la actitud que adoptará la vicepresidenta Cristina Kirchner si el Frente de Todos si pierde la mayoría en la Cámara alta. “Lo racional sería que haya algún tipo de diálogo pero acá nunca se sabe”, deslizó una fuente del interbloque opositor al ser consultada sobre el tema.
No obstante, en el oficialismo replican que ellos siempre mantuvieron abierto el diálogo pese a que la holgada mayoría que ostentan actualmente les permitió fijar la agenda y controlar los tiempos del Senado.
La semana pasada, en la primera sesión post elecciones primarias, ambas bancadas mostraron cierto nivel de consenso: primero hubo un acuerdo para volver a la presencialidad total y luego se acordó la composición del temario.
Si bien el oficialismo metió en la agenda el informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) sobre la ejecución presupuestaria de la gestión de Mauricio Macri con el fin de rechazarlo, la lista de proyectos a tratar surgió de un consenso entre ambos sectores.