NEUQUÉN (ED) — El gremio de los docentes neuquinos (ATEN) rechazó nuevamente la evaluación destinada a medir los niveles de aprendizaje que fueron posibles durante todo este tiempo de pandemia, clases virtuales, retorno gradual a la normalidad y todo lo que se conoce, sin exageraciones, hasta el hartazgo. Con pocas clases presenciales no se esperan números alentadores.
Así comunicó su rechazo el sindicato que conduce Marcelo Guagliardo: “Las pruebas del Operativo Nacional Aprender, pensadas para el 1 de diciembre, serán parte de un plan integral que medirá la calidad educativa en pandemia a nivel federal. 770.000 estudiantes de 6° grado serán evaluados en lengua y matemática. Medirá avances, estado y necesidades del sistema educativo”.
“Desde #aten y las #VocalíasGremiales RECHAZAMOS la realización del Operativo Nacional Aprender que impulsa el Ministerio de Educación de la Nación y el CPE de la provincia de Neuquén”.
“Lo rechazamos porque creemos que en pandemia, más que una evaluación se debiera realizar un verdadero relevamiento de los recursos con los que contaron y cuentan los estudiantes para acceder al conocimiento y los docentes para interactuar a la distancia: indagar cómo se mantuvieron conectados con la escuela, a qué tecnologías se accede, a qué plataformas de conocimiento, qué canales de información conectan, sitios, etc”.
“Nuestrxs compañeros ya conocen el nivel de dominio que las infancias tienen sobre un recorte específico-y no situado- de conocimientos, saberes, prácticas. Esa información ya la tenemos analizada. No necesitamos un diagnóstico más del estado de situación”, dijeron en un comunicado que termina: “… desde #aten, convocamos a lxs compañeros a NO realizar dicho operativo. No necesitamos evaluar para saber lo que nos falta tanto material como pedagógica y simbólicamente. Eso ya lo sabemos y por eso exigimos mayor presupuesto para garantizar la igualdad educativa, escuelas seguras y salarios dignos”.
Vale recordar que por la presión de ATEN, muchas escuelas públicas demoraron el regreso a las aulas, lo que contrastó con la actividad que rápidamente recuperaron las escuelas públicas de gestión privada, como así también los privados. Una polémica que supo enfrentar a los padres con el gremio y mantuvo reclamos para con el gobierno para que los docentes efectivamente cumplieran las disposiciones del ministerio.
