NEUQUÉN (ED). — Una herramienta tan simple como efectiva, el diálogo, le hizo perder peso al rezongo perenne de la seccional capitalina del gremio docente (ATEN), que se encuentra bajo conducción de referentes de la izquierda neuquina.
Enfrentadas con la dirigencia provincial que encabeza Marcelo Guagliardo, las conductoras de la seccional díscola (Angélica Lagunas y Patricia Jure) han protestado por las escuelas que no pudieron iniciar las clases presenciales por encontrarse en obras, y hasta han propuesto un paro que fue mayoritariamente rechazado en asamblea.
Las medidas de acción directa chocan, ahora, contra el manual de estilo de una conducción ministerial, la de Osvaldo Llancafilo, que abrió las puertas al diálogo con los padres y que procura soluciones en lugar de esgrimir excusas. Más aún, muchas veces atiende en forma personal.
Ahora hay menos espacios para la protesta por la protesta misma, que en definitiva no hace más que generar rechazos y desgastar la metodología gremial.
Este miércoles, al ser consultado por una radio local, el ministro de Gobierno y Educación dijo lo siguiente: “Nosotros con los padres estamos dialogando, de hecho, hoy vamos a mantener una reunión, no así con una fracción gremial que está buscando sacar un rédito permanente; no sabemos bien para qué, porque en realidad en el fondo no beneficia a nadie”.
Es cierto que todavía queda bastante por hacer en materia de obras escolares. Pero el ministro no lo ocultó en diciembre, ni lo oculta ahora. “Estamos trabajando en este sentido, con demandas que vienen ya hace varios años y, por supuesto, que corresponde hacerse cargo al gobierno de la provincia, pero más que preocuparse hay que ocuparse”, señaló.