NEUQUÉN (ED). — El secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, fue acusado de operar a instancias de Cristina Fernández de Kirchner para horadar el poder de Alberto Fernández. Fue uno de los grandes generadores del sacudón de la crisis que se llevó literalmente puesto al ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán. El ministerio se convirtió en hormiguero. Muchos se fueron con Guzmán. Otros fueron renunciando con el correr de los días. Pero Martínez se refugió en el silencio y sobrevivió.
Martínez, encabezó un encuentro que se realizó en Neuquén y en el que la nueva ministra, Silvina Batakis, participó en forma virtual desde el centralismo porteño. En su alocución, Martínez felicitó a Cristina Fernández de Kirchner: “El puntapié inicial para revertir la situación fue el lanzamiento del Plan Gas.Ar, una decisión del presidente y la vicepresidenta en un momento de incertidumbre en el mundo que dio certezas y reglas claras. Eso motivó y activó la actividad”, dijo.
Mientras que ante la urgencia por ampliar la capacidad de transporte de hidrocarburos, el secretario afirmó: “Vamos a resolver la extensión de las concesiones de los oleoductos. En agosto se van a definir las de Oldelval y Oiltancking y en septiembre la de Otasa”.
