NEUQUÉN (ED) — La bella localidad neuquina de San Martín de los Andes se vio alterada, este viernes, por el violento y peligroso accionar de un grupo de dirigentes y militantes de una organización gremial que destrozó literalmente a piedrazos, cristales y mampostería de la municipalidad.
Según dijeron quienes se encontraban en el lugar la patota, que portaba identificaciones del gremio de los trabajadores del Estado (ATE), ni siquiera dio tiempo a que los trabajadores se pusieran a resguardo. Por el contrario, rompieron los vidrios y los expusieron a un evidente peligro.
El descontento fue tremendo, no sólo porque atacaron a quienes dicen representar sino también porque sembraron un clima hostil, justo en el último fin de semana de julio en esta ciudad plena de turistas. El evidente desinterés por la seguridad de los agentes municipales llevó a preguntarse si realmente eran trabajadores o patoteros los que perpetraron la brutal agresión. El caos comenzó a partir de una movilización en reclamo del pago del medio aguinaldo a una dirigente sindical.