NEUQUÉN (ED). — Desde que el MPN le puso fecha a sus internas -13 de noviembre-, el Frente de Todos (FdT) de la provincia de Neuquén entró en un torbellino de reproches y enojos intestinos ¿El motivo? Las indefiniciones de cara a las candidaturas para 2023.
Uno de los primeros que planteó esta situación y los perjuicios que ocasiona fue el referente de Nuevo Encuentro y ex diputado provincial, Rodolfo Canini. Lo siguió el diputado provincial Sergio Fernández Novoa (cercano a Oscar Parrilli) quien cuestionó al precandidato a gobernador, Darío Martínez (PJ). Y ahora protestó el ex diputado nacional y referente de Kolina, Beto Vivero.
Vivero salió en duros términos a exigir la convocatoria a una estrategia electoral. Y dijo que, sin convocatoria urgente, el Frente de Todos Neuquén consolida su épica de la intrascendencia.
“Somos responsables de ofrecerle a las neuquinas y neuquinos un programa de gobierno que se traduzca en una propuesta electoral competitiva, diversa, territorial y creativa”, dijo y espetó: “Hay que dejar de jugar a las escondidas y a la mediocridad y convocarnos”.
Además de Martínez, quien lazó su candidatura es el ex intendente de Cutral Co, Ramón Rioseco (FyPN); al tiempo que la diputada nacional Tanya Bertoldi -PJ, sobrina del intendente de Centenario, Javier Bertoldi- dijo que el candidato natural es Martínez, pero aclaró que sectores del FdT conversan con Rolando Figueroa, quien aun no ha dicho si irá a 2023 por dentro del MPN o hará rancho aparte. El panorama en el espacio PJ-K neuquino no es muy tranquilo que digamos, sino todo lo contrario.