En el marco de la 135° Exposición Rural, Eugenia Brusca, economista de Promoción interna del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) dialogó hoy con Noticias Argentinas sobre la nueva edición del dólar agro que se encuentra vigente y que incluye al maíz como industria beneficiada.
En este sentido, la especialista expresó que la inclusión del maíz en esta nueva etapa no perjudicará a la actividad ganadera: “Recordemos que la gran mayoría de la producción ganadera argentina se da en base a pastizales y pasturas naturales. Con lo cual, directamente, esto no tendría un golpe en eso. Sí puede afectar a lo que es la terminación del animal y en el cierre del córner. La industria que más se va a ver golpeada con esta nueva medida es el pollo y el cerdo, dado que ellos sí tienen un requerimiento mucho mayor”.
En cambio, destacó que, dado que la soja es uno de los principales insumos para la producción de alimentos, afectará de manera indirecta a la producción ganadera. Por otra parte, señaló que el IPCVA tiene como objetivo la promoción de la cadena de ganados y carnes, desde la producción primaria, la industria y el estudio del consumidor hacia la venta final, pero no tiene ninguna influencia sobre el precio final de los productos.
Con respecto al nivel de consumo, Brusca destacó que el consumo se aceleró en los últimos meses: “Nosotros vemos un crecimiento del consumo de alrededor de un 2 o 3%. Esto se debe principalmente a que el precio de venta final de la carne vacuna se ve retrasado con la inflación en alrededor de un 40%. Este retraso hace que los bienes o los productos sustitutos como serían el pollo y el cerdo hayan aumentado mucho más con respecto a la inflación, con lo cual la gente se volvió a volcar a la carne vacuna como uno de sus principales alimentos”. Y agregó: “Sabemos que el argentino hoy consume 120 kilos de proteína cárnica, de los cuales 53 kilos son carne vacuna, 48 kilos de pollo y unos 18 kilos de cerdo, con lo cual nos marca que nosotros somos el principal consumidor de proteína cárnica dentro del mundo y nos encontramos dentro de los primeros 5 en proteína bovina”.
Asimismo, manifestó que Argentina es “el quinto exportador mundial” que envía al exterior el 30% de su producción. A su vez, el 70% del destino de las exportaciones se dirige a China. “Somos fuertemente dependientes del mercado chino. El mercado chino se encuentra relativamente deprimido, con precios muy bajos, más bajos que pre-pandemia, por lo cual también eso desincentiva un poco la exportación hacia el mercado chino, sumado a la restricción de los 7 cortes que nos impiden exportar”, cuestionó Brusca.
“Nuestro gran mercado de valor agregado, que es la Unión Europea, es un mercado premium que representa alrededor de un 20% del total de la exportación y un 5% de la producción nacional aproximadamente”, manifestó. Por último, resaltó que los precios de la carne argentina están relativamente más baratos que en los mercados de la región, por lo cual de haber alza en los precios en mostrador, importar carne de Brasil “sería una barrera de entrada. Si producimos carne muy barata, también la vendemos muy barata en el mercado interno, entonces eso hace que el ingreso de ese tipo de proteínas se vea imposibilitado o con un menor incentivo hacia el ingreso”, concluyó la economista.