PLOTTIER (ED). — Tras la indignación generalizada, vecinos de Plottier coincidieron en que los destrozos que un grupo de menores provocó en la Casa de la Cultura de esa ciudad no pueden permanecer impunes. Entienden (y se entiende) que sus padres deberían reparar el daño.
En un accionar incompresible y repudiable, uno de los chicos abrió literalmente la puerta con una patada voladora. Rápidamente ingresaron para causar los daños. Tal fue la sensación de impunidad con la que se movieron que hasta se jactaron, se filmaron y difundieron el video a través de las redes sociales.
“Mirá cómo dejé la puerta, la c…de tu madre”, dice uno de los menores a otro que lo filmaba. Se ríen, festejan… Es como si nadie les hubiera enseñado la importancia de cuidad lo que, en definitiva, es de todos. El ataque lo perpetraron durante la medianoche del miércoles y el asunto fue uno de los más comentados, el jueves.
Una vecina que ocasionalmente pasaba por ahí dio aviso a la policía. También el municipio que conduce el intendente Luis Bertolini realizó la denuncia. Lo hizo en la Comisaría Séptima y presentó, como prueba, el video que los propios autores de los daños subieron a Instagram.
Se dijo que también rompieron la puerta de la dirección de comisiones vecinales, que no robaron objetos y que la puerta de entrada es de imposible reposición, ya que se trata de un bien histórico que es patrimonio de la ciudad. Lo que queda es restaurarla, pero ya no será lo mismo, una pena.
También generó pena entre los funcionarios municipales el hecho de que nos les queda más alternativas que proteger a la casa con una reja, como sucede en otras ciudades del país. Las rejas comenzarán a colocarlas posiblemente en febrero y la vista ya no será la misma. El daño que hicieron estos chicos es más grande que el que ellos mismos seguramente imaginan. Un pedido público de disculpas no solucionaría el problema, es cierto; pero al menos hablaría bien de sus familias.