NEUQUÉN (ED) — El acuerdo alcanzado con los docentes dejó sonrisas tras varias semanas de tensiones. Con la firma de este jueves, el Gobierno logró descomprimir el conflicto y los maestros cambiarán las clases de cocina de tortas fritas -que realizaban en Roca y Rioja- por las clases que realmente esperan los padres: ahora en las aulas.
Un dato no menor es que el gobierno de Figueroa cerró la discusiones salariales de 2024 con todos los gremios provinciales -con algo más de suspenso ATEN-, pero lo hizo en tiempo récord. Con una estructura que transita sus primeros meses de gestión.
El ministro de Gobierno, Jorge Tobares remarcó que “se trata de una propuesta integral”, que incluyó “una consideración muy fuerte hacia lo colectivo, dentro de una política en la que procuramos reordenar el Estado y redistribuir más equitativamente los recursos que son de todos los neuquinos”.
Un acuerdo que según detalló guarda “responsabilidad” con la situación económico financiera que atraviesa Neuquén, que no es una isla del contexto económico nacional.
Por su parte, la ministra de Educación, Soledad Martínez, celebró que más allá de lo salarial se avanzó en otros temas relacionados a cuestiones de infraestructura, partidas para refrigerio, transporte y la gestión de los recursos humanos.