NEUQUÉN (ED). — La regionalización es uno de los conceptos con los que comenzó su gestión el gobernador Rolando Figueroa. Se trata, básicamente, de la integración geográfica por regiones para lograr el desarrollo equitativo de las localidades y garantizar que los servicios comiencen a llegar a todos lados.
Las regiones son siete: Confluencia, Comarca Petrolera, Vaca Muerta, Limay Medio, Centro Oeste, Norte y Sur. Cada una tiene su delegado que oficia de nexo entre los jefes comunales y las autoridades del Ejecutivo provincial, lo que propende a la solución de los problemas.
La Justicia provincial neuquina vio con buenos ojos esta forma de gobierno y comenzó su proceso para ajustarse a los nuevos tiempos. Esto le permitirá dar respuesta a los reclamos de descentralización, con sus consecuentes beneficios. Entre ellos, la reacción inmediata, la agilización de los trámites y la celeridad en las investigaciones.
Cabe recordar que hace apenas un par de semanas, acompañada por otros integrantes del bloque del MPN, la diputada provincial Daniela Rucci pidió que se eleve la jerarquía de la Oficina Judicial Penal de Rincón de los Sauces, para que haya un equipo médico forense permanente en dicha ciudad. La legisladora presentó un proyecto para que la Legislatura realice el correspondiente pedido al Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
La Justicia tiene cinco circunscripciones: Neuquén, Cutral Co, Zapala, Junín de los Andes y Chos Malal. Y deberá reorganizarse para lograr la correspondiente armonía. Tanto la presidenta del TSJ, Soledad Gennari, como otros jueces de ese Tribunal, ya hicieron públicos sus respaldos a la regionalización. De concretarse, se confirmará que la lógica ha comenzado a ganar terreno.