El sindicalismo docente elevó su desapego por el trabajo a un nivel superlativo y bloqueó Casa de Gobierno
NEUQUÉN (ED). — La dirigencia del sindicato de los docentes neuquinos (ATEN) llevó su estado permanente de vagancia a un nivel superlativo. Ya no les alcanza con los paros irracionales, ni con prohibirles el ingreso a los docentes que quieren dar clases. Este martes fueron por más y bloquearon los ingresos a la Casa de Gobierno de la provincia de Neuquén.
Angélica Lagunas y Marcelo Guagliardo ya no sólo toman de rehenes a los alumnos, sino que además destilan desdén contra los trabajadores en general. Claro que, en estos tiempos de tecnologías avanzadas, la administración pública no se detiene por estas actitudes anacrónicas, que no hacen más que desnudar a quienes las perpetran o ejecutan.
Con el bloqueo, para el que convocaron a piqueteros (porque los afiliados comienzan a darles la espalda), los exponentes de la casta sindical iniciaron un nuevo paro que mantendrán hasta el jueves inclusive ¿Contra qué paran? Contra una ley que impulsó el diputado por el MPN, Claudio Domínguez, y que estableció el pago de un adicional del 15% a quienes no superen las tres inasistencias justificadas por trimestre. Sí, efectivamente, iniciaron una seguidilla de huelgas contra un beneficio y ahora intentan maquillar su error agregando consignas como manotazo de ahogado.
Domínguez es quien también pidió que no se devuelvan los descuentos por paros injustificados (es decir por no presentarse a trabajar); y quien deslizó que está dispuesto a impulsar un plebiscito vinculante para que la sociedad decida si la educación debe declararse servicio esencial. ATEN teme, porque sabe que la amplia mayoría de los neuquinos rechaza los despropósitos gremiales que hacen que los alumnos de la educación pública se encuentren en desventaja respecto de sus pares del sistema privado.
Domínguez fue muy claro en un posteo que subió a sus redes hace apenas unas pocas horas: “Marcelo Guagliardo: La violencia infantil no es sólo golpes y lastimaduras en la piel. Hay un tipo de violencia que es grave también y tiene que ver con vulnerar uno de los derechos más importantes para el desarrollo y sus vidas futuras: la Educación”, acusó.