El gobernador sabe que se vienen contiendas electorales complejas, pero confía en la defensa de la Neuquinidad por sobre los colores nacionales.
NEUQUÉN (ED) — Tras un debut auspicioso en el gobierno provincial, Rolando Figueroa y su equipo saben que se vienen desafíos complejos para un país que sigue marchando al ritmo que imponen los aires de libertad y la baja de la inflación. La estabilidad que llegó para quedarse de la mano de Milei, hoy marca el rumbo.
Será el cruce de dos modelos que vienen cosechando éxitos, ambos con la motosierra, pero uno sin abandonar el rol del Estado en temas claves como seguridad, educación, la obra pública, entre otros.
En ese escenario, saldrá a disputarle los porotos de las legislativas, pero al igual que las épocas de derroche kirchnerista -cuando la soja prometía más que el petróleo- sabe que Neuquén construye su propia historia, porque el neuquino vive a 1200 kilómetros de Buenos Aires.
Desde San Martín de los Andes, el caudillo del norte volvió a recordar que es importante la defensa de la Neuquinidad, y los representantes de la provincia en el Congreso de la Nación, deben ir en sintonía. La provincia será más fuerte, con voz propia y aún en desventaja numérica frente a los convites nacionales, será importante consolidar la presencia a la hora de defender recursos.
Por ello este jueves los máximos referentes del frente Neuquinizate reafirmaron ese compromiso en un escrito. “Necesitamos representantes que trabajen por los intereses de nuestra provincia, protegiendo los recursos y promoviendo el desarrollo de nuestra gente”, enfatizó Figueroa.
La reunión buscó acuerdos que permitan al frente político posicionarse de cara a las elecciones de 2025. Por ahora en Neuquén parece que sobra espalda.
