Los hinchas de la Copa del Mundo en Qatar que sean sorprendidos cometiendo delitos menores, como embriaguez en público, escaparán de ser procesados según los planes que están desarrollando las autoridades en la nación anfitriona musulmana conservadora, según reveló un diplomático familiarizado con las sesiones informativas de Qatar a la policía extranjera.
Si bien la estrategia policial para la competencia aún no finalizó, los organizadores informaron a diplomáticos y policías de países calificados que tienen la intención de mostrar flexibilidad para infracciones relativamente menores, adelantó un cable de la agencia Reuters.
Las señales reflejan el delicado equilibrio que Qatar, un pequeño estado árabe donde muchos siguen la misma escuela puritana del Islam sunnita que en la vecina Arabia Saudita, está tratando de lograr entre respetar las tradiciones religiosas y acomodar la estridente exuberancia de más de un millón de aficionados al fútbol visitantes.
Los organizadores de la Copa del Mundo de Qatar, el Comité Supremo para la Entrega y el Legado, no respondieron a una solicitud de comentarios.
“Una mayor indulgencia agrada a la comunidad internacional, pero conlleva el riesgo de que pueda molestar a los conservadores dentro del país”, indicó otro diplomático occidental.
Los organizadores no aclararon públicamente su enfoque policial.
Muchas embajadas advirtieron a los fanáticos que enfrentan castigos por comportamiento que sería tolerado en otros lugares.
“Recuerde, mientras esté en Qatar, está sujeto a las leyes locales”, dijo el diplomático estadounidense Morgan Cassell en un video de YouTube.
Según el código legal de Qatar, la libertad de expresión está restringida, la homosexualidad es ilegal y el sexo fuera del matrimonio está prohibido.
La embriaguez pública puede conllevar una pena de prisión de hasta seis meses y algunas cosas que se consideran benignas en otros lugares, como las muestras públicas de afecto o el uso de ropa reveladora, pueden ser motivo de arresto.
“Discutir o insultar a otros en público podría conducir al arresto. Actividades como protestas, proselitismo religioso, defensa del ateísmo y críticas al gobierno de Qatar o la religión del Islam pueden ser procesadas penalmente aquí. Eso también se aplica a sus publicaciones en las redes sociales”, siguió informando el diplomático norteamericano.
Sin embargo, los organizadores ya tienen la intención de relajar las estrictas leyes de Qatar que limitan la venta pública de alcohol y permitirán que se sirva cerveza cerca de los estadios unas horas antes de que comiencen los partidos.
Informalmente, también deslizaron a la Policía de los países europeos que se clasificaron para el torneo y a algunos diplomáticos en Doha que esperen que la Policía muestre flexibilidad para hacer cumplir otras leyes, como la embriaguez o el desorden público.
“Las infracciones menores no darán lugar a una multa o arresto, pero se le indicará a la Policía que se acerque a una persona y le pida que cumpla… A alguien que se quite una camiseta en público se le pedirá que se la ponga”, advirtieron.
La Policía planea acciones más duras cuando la seguridad de las personas o la propiedad está amenazada, explicaron los organizadores de la Copa del Mundo a los diplomáticos.
Por usar bengalas o fuegos artificiales que podrían causar daños, participar en una pelea incluso cuando no hay lesiones graves, se aplicarán multas y la cancelación de su Tarjeta Hayya, el permiso para ingresar a Qatar.
Para ayudar al esfuerzo policial, los organizadores invitaron a cada país calificado a enviar al menos cuatro policías a Qatar durante la Copa del Mundo, abundó la fuente con conocimiento de los planes policiales.
Tendrán su base en un centro de mando del Ministerio del Interior y alrededor de la capital, Doha, para asesorar a sus homólogos qataríes.
