Messi tuvo un debut complicado en el Mundial de Qatar 




BUENOS AIRES (NA). — La Selección Argentina y Lionel Messi no tuvieron un buen debut más allá del resultado. Cuando parecía que todo se enderezaba con ese penal de VAR a los pocos minutos de juego, Argentina y Messi se enredaron en sus fantasmas y en dos jugadas, en el arranque del segundo tiempo, Arabia Saudita dio vuelta el resultado. En el primero al aprovechar la duda del Cuti Romero y, en el segundo, ante la pasividad de la defensa que no atinó a despejar cuando tres argentinos rodeaban a Al Dawsari.

Si el primer tiempo había sido un tránsito tranquilo y paciente, con Argentina como claro dominador y con Arabia con el achique como único argumento defensivo (muy efectivo) para frenar los intentos de Argentina, el segundo fue todo lo contrario: los nervios se apoderaron de los argentinos y la frustración ante las cosas que no salían fueron moneda corriente. La templanza se trocó por arte de magia en desesperación.

En medio de ese descontrol, Messi se perdió. Si en el primer tiempo manejó los ritmos del partido con sus toques cortos pero intrascendentes, en el segundo se dejó llevar por la locura del equipo. El Messi aplomado de la primera etapa se convirtió en otro destemplado, fuera de sí, incapaz de tomar las mejores decisiones.