Vaca Muerta: las pujas entre petroleras inquietan a Massa

La empresa Oldelval, que explota el oleoducto a Bahía Blanca, quedó en el centro de una polémica sectorial.



NEUQUÉN (ED). — Los funcionarios del Ministerio de Economía y la cúpula de YPF están trabajando de manera conjunta para que la licitación realizada por la empresa Oldelval, que administra el principal oleoducto que une Neuquén con Bahía Blanca, no termine en un litigio o se deba suspender y volver a realizar lo que conllevaría a retrasar los planes trazados por el equipo de Sergio Massa.

La crisis sucede por un exceso de expectativas. Se trata de un negocio del que nadie quiere quedarse afuera y las empresas petroleras han pujado tanto por obtener la mayor cantidad de cupo posible para transportar  petróleo que se han producido reclamos que podría tumbar la licitación realizada por Oldelval.

La industria petrolera se encuentra dividida en tres grandes sectores: upstream, midstream y downstream. El sector midstream incluye el transporte, ya sea por tuberías, ferrocarril, barcaza, o camión, el almacenamiento y la comercialización al por mayor de productos crudos o refinados derivados del petróleo y es, precisamente, el área de incumbencia de la compañía Oldelval.

Las empresas del segmento del upstream, que abarca el proceso desde la evaluación geológica de las reservas de petróleo a la canalización de las materias primas a la superficie, extracción, y la entrega final en forma refinada, tienen en el resultado de esta licitación uno de los objetivos principales para poder incrementar las ventas al exterior de crudo. 

En ese sentido, el arribo de Sergio Massa al Palacio de Hacienda, trajo tranquilidad al sector petrolero porque extendió la concesión del servicio a Oldelval hasta el año 2037. Se trataba de un pedido del sector petrolero, acompañado por los gobernadores con intereses en el sector, para que la empresa aprobara una inversión cercana a los 750 millones de dólares para duplicar la capacidad de transporte del petróleo extraído de Vaca Muerta. Sin esa extensión de la concesión el desembolso no se hubiera aprobado.

Superado ese escollo, el pasado 18 de octubre, el directorio de Oldelval realizó una licitación para que cada productora con interés en Vaca Muerta solicite un cupo de transporte mayor para cuando esté finalizada la obra de ampliación del oleoducto que permitirá incrementar la capacidad de transporte de los actuales 36.000 metros cúbicos por día (m3/d) a 72.000 en un plazo cercano a los dos años. Es decir, de 226.000 barriles diarios a 452.000. En la actualidad nuestro país produce una cifra cercana a los 610.000 barriles diarios sumando todas las cuencas productoras.

Winston Churchill solía decir que el interés compuesto es la fuerza más poderosa del mundo. En este caso, la competencia por acceder al mayor cupo posible de parte de la empresa Chevron, algunas fuentes de la secretaría de Energía explicaron que pidió todo el cupo disponible, terminó por generar malestar en el resto de las compañías que participaron de la compulsa licitatoria, entre ellas YPF, Vista, Shell, PAE, ExxonMobil y Pluspetrol que se podrían quedar sin uno sólo de los 226.000 barriles adicionales que permitirá transportar Oleoductos del Valle, Oldelval, empresa líder, que tiene a cargo el 100% del transporte de petroleo shale desde Vaca Muerta y el 70% del total producido en la cuenca neuquina y que abastece a las refinerías de Plaza Huincul y Luján de Cuyo.

El portal especializado EconoJournal publicó que la resolución del concurso se demoró más tiempo del esperado porque los propios accionistas de Oldelval fijaron parámetros en la licitación que luego decidieron incumplir al momento de presentar las ofertas. 

La compañía administra un gigantesco oleoducto que cruza cuatro provincias, Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires,  a través de 16 estaciones de bombeo ubicadas  a lo largo del país. La concesión para el mantenimiento del ducto está en manos de YPF como accionista mayoritario pero empresas como Plluspetrol o Tecpetrol, entre otras, son socios importantes. Por ello, los propios accionistas son, al mismo tiempo, los principales clientes.

El proceso de licitación iba a estar resuelto el pasado 1 de noviembre pero estamos llegando a fines del undécimo mes del año y continúa abierto, cuestión que ha encendido todas las alarmas en el despacho de Flavia Royon, secretaria de Minería y Energía de la Nación, y en el de Sergio Massa, que cuenta con el rendimiento por ventas al exterior que obtendrá el Tesoro nacional a partir del 2025 para revertir el déficit actual de 5.000 millones de dólares en la balanza energética argentina.

Por Antonio D´Eramo