Petroleros: más simpatía con Milei que con sus dirigentes

Petroleros en caravana Foto gremio ED



NEUQUÉN (ED). — Por primera vez en muchos años (quizás décadas), la conducción del gremio petrolero neuquino se la ve incómoda y sin el control estricto que ejercía sobre la masa de afiliados, otrora mansa y hasta reverente respecto de las autoridades.

Algo comenzó a quebrarse cuando los trabajadores desobedecieron mayoritariamente la orden explícita de los dirigentes de votar al entonces (ministro de Economía y) candidato a presidente de la Nación, Sergio Massa.

Los trabajadores vieron que el futuro (al menos el futuro que proyectaron para ellos y sus familias) estaba en Javier Milei y hacía él fueron los votos.

El libertario se impuso con holgura en Añelo y en toda la región petrolera. Fue un cachetazo que invitó a una lectura que, al parecer, la dirigencia sindical no realizó. Al menos no en su totalidad.

Primero permaneció en silencio frente al crecimiento de Vaca Muerta y el hecho de que el presidente confirmó a la industria hidrocarburífera como uno de los pilares sobre los que buscará apoyar su proyecto de recuperación del país. Tampoco se expidió sobre la posible privatización de YPF, ni sobre los sueldos escandalosos que se aprobaron los integrantes de su directorio y que ahora deberán revalidarse o no: nada menos que 70 millones de pesos por mes.

Lo que sí aprovechó el sindicato fue el intento de Milei de reinstaurar el impuesto a las Ganancia, pero no todos los afiliados actuaron en sintonía con la dirigencia, aunque (si se aprueba) eso les tocará los bolsillos. Buena parte de los trabajadores (se entiende que la mayoría) está más cerca de Milei que de Marcelo Rucci, quien en una reciente asamblea se quejó de los que, según interpreta, se hacen los distraídos. Los tiempos cambian.