En una negociación inédita la Provincia desactivó las tormentas de febrero-marzo y acordó con los gremios la paritaria de 2025. Seguirá el IPC y quedó aislado el grupo más combativo que mueve la izquierda.
NEUQUÉN (ED). — La foto del gobernador Rolando Figueroa estrechando la mano del secretario general de ATEN, Marcelo Guagliardo sorprendió este sábado. Fue después de una vertiginosa gira del mandatario por el interior de la provincia que incluyó varios aniversarios e inauguraciones de peso en Zapala. Todo era importante, pero la firma con el gremio copó la parada, aún con poca luz del día.
El triunfo que se anotó Figueroa es casi comparable al de las elecciones. Nadie pensaba que a 10 meses del debut y con un desgastante conflicto por la Ley de incentivo docente, el Ejecutivo podría avanzar en un acuerdo que permitirá llegar con algunas cuestiones resueltas antes de enero. Se acordó con todos los gremios provinciales la paritaria de 2025. Seguirá el IPC y quedó aislado el grupo más combativo que mueve la izquierda.
Indirectamente significa también una reconciliación de las familias con los docentes. Las banderas del paro por el paro mismo -admite también el reemplazo del sustantivo por conflicto-, con la que supo lucrar la izquierda rancia neuquina, estaba vaciando al gremio. La máquina de impedir de la seccional capital de ATEN dificultaba cualquier negociación, sin importar los puntos en discusión. Pero eso quedó en el pasado y la firma de ayer sepultó la legalidad de cualquier reclamo.
Si bien el acta que se firmó ayer fijó que la mesa se mantiene abierta, haber dado solución a la discusión del salario es un montón y permite poner la energía en solucionar otros emergentes como la infraestructura, pero siempre con los pibes en las aulas.
También es para rescatar la bandera de la previsibilidad que levantaron los ministros en la negociación, que no fue más que dar continuidad al primer contacto con los municipios siempre pensando en la ley de Presupuesto. Los intendentes dejaron de ser aplaudidores y se transformaron en actores importantes de esta nueva construcción de poder y gobernabilidad que va mostrando nuevos matices.
Recuperando terreno en el interior profundo, sorprendiendo con volantazos de regionalización para luchar con el centralismo que impone una capital avasallante, que absorbe más rápido la inyección de recursos que brotan como las oportunidades de Vaca Muerta.
El año próximo se presentará el Presupuesto, pero el gobierno ya hizo los deberes temprano para no tener sorpresas.