Este jueves se buscó su suspensión en el Senado. “No queremos traidores a la Patria caminando por los pasillos de la Cámara”, acusó Villarruel
NEUQUÉN (ED) — El senador de Unión por la Patria y confesor de Cristina Fernández de Kirchner, Oscar Parrilli, salió airoso esta tarde de una encrucijada que lo tiene entre las cuerdas. Esta vez zafó por un pelito (y eso que no tiene muchos).
El neuquino (de San Martín de los Andes) se las vio feas en la sesión en la que expulsaron al ahora ex senador Edgardo Kueider. El puntano Bartolomé Abdala (de La Libertad Avanza) había pedido la suspensión de Parrilli, pero no logró los dos tercios del recinto, cifra que necesitaba para el tratamiento sobre tablas.
Lo que le endilgan a Parrilli, jefe del peronismo neuquino junto con Darío Martínez, es “traición a la Patria”, por la firma del memorando con Irán. La vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, lo tiene entre ceja y ceja.
De hecho, antes de la convocatoria a la sesión de hoy escribió lo siguiente en sus redes sociales: “Aprovechando la milagrosa nueva lucidez moral y ética de los esbirros de Cristina, me hubiera gustado incluir también, un proyecto presentado por el senador Abdala para suspender al senador Parrilli, quien irá a juicio oral nada más y nada menos que por encubrimiento agravado y traición a la Patria”.
“No hubo consenso entre los senadores para firmar ese pedido lo cual lamento enormemente. Haber negociado la sangre derramada de argentinos inocentes es imperdonable y los argentinos de bien no queremos traidores a la Patria caminando por los pasillos de la Cámara, por lo cual espero que los senadores de todos los bloques recapaciten y entiendan el cambio de época de una vez por todas”, dijo Villarruel. Y concluyó: “Llegó la hora de sacar la mugre del Senado, sin contemplaciones ante la corrupción que puso a nuestro país de rodillas”.